Doppelanger...frente a frente (Katherine)

El profesor de la clase de teatro de los de los años inferiores, nos había pedido a Bonnie, Claire, Lucas y a mi ordenar el gimnasio para una especie de representacion...yo que sé. Con las cajas en brazos y miles y millones de cosas, nos encaminamos en grupo al lugar. Ya era tarde, obviamente, por lo que no me debería de demorar mucho...Pero tenía que hacerlo ya que yo misma me había ofrecido a ayudar en el gimnasio hasta tarde.

Lucas y Claire terminaron con lo suyo a tiempo, pero Bonnie y yo nos quedamos en el lugar solas. Yo seguía moviendo las cajas de un lado a otro, apuntando y anotando en una pequeña libreta todos los trajes y cosas que había allí. Cuando mi vision o mas bien dicho el lugar empezó a oscurecerse, Bonnie se levantó a encender las luces. Pero luego, tras unos 30 segundos despues, estas empezaron a titiritar, dudosas, como si alguien las apagara y prendiese rapidamente.

Bonnie me dijo que iría a por el guardia del colegio para que revise el servicio de luz, y yo me quedé sola, sentada en el suelo entre tantas cajas...esperando a que Bonnie regresara ya. Cuando de pronto... la luz...se apagó.

Desde mi regreso que tenía ganas de jugar con esta pequeña humana. Mis planes eran claros y mi propósito en Mystic era uno. Ya era hora de hacerle una visita a mi tataratataratataratatara...nieta. Esperé toda la hora de clases fuera. La gente pasaba y me confundía con ella. Sería divertidisimo un día hacerme pasar por ella de verdad. Debía practicar mi papel de humana popular y carismática. Cuando ya oscurecía, y veía que Elena no salía del instituto, esbocé una sonrisa leve. La tenía donde la quería, sola, a oscuras, en un lugar cerrado. Pasé por al lado de una chica menuda, la pequeña Bonnie; ya había tenido el gusto de conocer al 90% de los habitantes de esta localidad, pero ellos no me conocían a mí. "Esta ha de ser Bonnie" pensé "le saludaré más tarde". Pasé velozmente por su lado sin que pudiese verme. Burlé la seguridad y entré a un lugar oscuro. El circuíto eléctrico ya había hecho bastante por mí. Prendí la luz y me heché a correr por todos lados, botando cajas al suelo, desordenandolo todo, a mayor velocidad, para que no pudiese verme. ¿Estaba detrás de ella, a su lado, ahora al otro lado, sobre ella?, típica escena de película de terror mala. Ahora la observaba desde un rincón oscuro del lugar, era bastante amplio y las luces estaban débiles.

Esperé un par de segundos, busando en el absoluto silencio la voz cantarina de Bonnie o la grave y extraña voz del guardian de la escuela...pero solo obtuve como respusta...mas silencio. Suspiré allí sentada en medio de la oscuridad, cuando de pronto encendieron la luz. Me mordí el labio inferior de golpe para no chillar, apretando los puños alrededor de mi rodilla.

Algo pasó rapidamente a mi lado, luego tiró las cosas que había ordenado, esparciendolas por todos lados. Era como una ráfaga...una rafaga extraña... realmente extraña. Cuando vi de pronto como se colocaba aquella figura detras mio. Tenía miedo, estaba temblando. Saqué de mi bolsillo mi celular, marcando el numero de Stefan mientras corría hacia la salida del gimnasio.

-Mala opción -Susurró Kat al ver la reacción de Elena.
Expropió una leve sonrisa y caminó lentamente hacia ella, era difícil verle la cara por la cantidad de oscuridad que quedaba en el gimnacio, las luces no llegaban hasta el otro extremo.

Lentamente, Kat iba llegando a Elena, y, sin más ni más, a toda velocidad, cerró las puertas con seguro. Volvió a tomar su posición oscura para que no se le viera.

-Hola Elena -Dijo desde las sombras. Sostenía su celular en la mano marcando el numero de Stefan, para que este no pudiese contestarle- Si vuelves a intentar eso puedes salir lastimada ¿Sabes? -Todo esto lo decía sin expresión alguna en su voz.

Podía observar como decia en el celular "llamando..." y al ladito salía la foto de a quien estaba llamando, osea...a Stefan. Pero de pronto aquel ser que se encontraba en este lugar me cerró la puerta con llave, y luego desapareció de entre mis manos mi celular. Sentía frio...y miedo. Demasiado...estaba temblando. Me volteé rapidamente tras escuchar una voz...al principio pensé que fue un eco de mi propia voz...pero no fue así.

-¿Qui...quien eres y qué ...quieres?-mi voz sonó entrecortada. La pequeña luz de la pantalla del celular (la unica que alumbraba a tanta oscuridad) se apagó gracias al protector de este. ¿Saldría lastimada?

Con su mismo tono inexpresivo de siempre, una sicopata Katherine contestó a las palabras de su preza:

-Puedo ser tu peor pesadilla si te lo propones... pero sino, simplemente podemos hacer un trato.

Seguía entre las sombras. Al ver el telefono, vió el número que este marcaba.

-Stefan Salvatore... interesante -dijo con un tono encantador- ¿Es tu novio? -Preguntó por fin con un tonito infantil.

Suspiró. No quería que su voz pareciese a la de Elena, por lo que cambiaba de tonos constantemente.

Cualquiera que nos estuviese escuchando podría pensar que hablaba conmigo misma... La voz era exactamente igual a la mía. Tragué saliva de golpe. Respiré profundamente...tratando de ignorar las primeras palabras...y primeras oraciones claro. Algo me decía en la cabeza "Corre!" pero simplemente...no me podía mover de mi lugar.

Volvío a hablar...

-Si...-fue un murmuro pequeño cuando pregunto si Stefan era mi novio, a estas alturas ya debería de haber contestado a la llamada-Dame...dame el celular...-extendí la mano titubeante. No sabía como rayos actuar, pero tenía demasiado miedo.

-Claro que te lo daré querida -Cortó la llamada, le quitó la batería, y dejó que se deslizara en el suelo, quedandose Katherine con la batería- Aunque, creo que así, no te servirá de mucho...

Se quedó pensando en cual sería su siguiente movimiento.

-Mira... bonita, la cosa es más simple de lo que parece -Al terminar de hablar, apareció en frente de Elena, y con una sola mano le alzó- Pero debo presentarme primero. Soy Katherine, Katherine Pierce.

Suspiré al escuchar decir que me lo daría. Hizo que rodara por el suelo y entonces tomé el celular para contestarle a Stefan...pero nada. No respondía...le habían sacado la batería. Murmuré algo por lo bajo realmente asustada y molesta, volviendo a caminar hacia la salida e intentando abrir la puerta, pero de nuevo aquel ser me detuvo.

Casi di un grito...pero este fue ahogado por que simplemente no salió de mis labios y mi garganta no me permitió emitir ningun sonido. Era...como verme en un espejo...solo que con el cabello ondulado. Oh, cielos...

-Ka..Katherine-murmuré asustada y con la voz entrecortada. No sabía que hacer...no sabía como moverme.

Entrecerró los ojos y pegó una leve sonrisa.

-¿De verdad creíste que podrías relaciontarte con los Salvatore y salir ilesa? -Dijo con ironía.

Aún sostenía a Elena con la mano derecha alzandole y presionandole contra la puerta del gimnacio.

-No intentes hacer nada, no queremos que salgas lastimada.. Mira Elena, el asunto es bien simple.. quiero que te alejes de los hermanos Salvatore... sobre todo de Stefan ¿ok? Si no me haces caso, dejame decirte que mucha gente podría morir...